¿Qué beneficios tiene el uso de la tecnología en la educación?
Así como el mundo y la sociedad evolucionan, la educación también debe hacerlo. Esto significa que el paradigma actual del aprendizaje a través de libros y una pizarra con tizas poco a poco a ido llegando a su fin. Hace ya varios años que la tecnología entró fuertemente en las salas de clases para mejorar la educación y hoy por hoy es una parte fundamental de ella.
Los niños, adolescentes y jóvenes de las generaciones actuales son nativos digitales y no sería razonable ni lógico apartarlos de su día a día en el colegio, escuela o universidad. El uso de la tecnología en la sala de clases, si es bien aprovechado, aumenta el interés de los alumnos en las actividades académicas y ayuda a desarrollar el aprendizaje de los niños.
El uso de los diferentes dispositivos tecnológicos, por ejemplo, móviles, pizarras interactivas, recursos electrónicos, etc., así como el acceso a Internet, tanto en las salas de clases como fuera de ellas, ha permitido fortalecer el modelo de aprendizaje, a través de las siguientes ventajas:
– Facilita la comprensión. Los contenidos se aprenden y asimilan más rápido, porque se entregan en un “lenguaje” y canal que los niños y jóvenes están acostumbrados a usar. Este elemento hace que los estudiantes se motiven y mantengan la atención más fácilmente.
– Autonomía. Uno de los beneficios más relevantes al usar tecnología en la educación es que permite desarrollar el autoaprendizaje, lo que a su vez, habilita para formar personas autosuficientes, capaces de resolver cualquier problema real y de aprender por sus propios medios. El uso de tecnologías favorece proponer estudios de casos y hacerles partícipes de la propia administración y gestión de los contenidos. Esto podríamos verlo como una metodología dónde se enseña a los alumnos a aprender a aprender, construyendo su propio conocimiento. En forma adicional, Internet permite revisar y comparar muchas de fuentes de información, posibilitando que se haga una selección y profundización de aquéllas que son más adecuadas.
– Trabajo en equipo. La tecnología favorece el trabajo en equipo, ya que genera una mayor interacción entre los estudiantes. Y desarrollar esta capacidad de trabajo en equipo desde la niñez más temprana es fundamental, porque en el ámbito profesional y laboral la mayoría de los proyectos que se desarrollan son en equipo y requieren la colaboración de diferentes profesionales.
– Pensamiento crítico. Debatir, discernir, racionalizar son muy importantes dentro del proceso cognitivo y de maduración del cerebro. El aporte de Internet y las redes sociales en este sentido son beneficios significativos de la tecnología en la educación, ya que permiten compartir puntos de vista y opiniones, sin barreras físicas, ampliando la diversidad y naturaleza de éstos. Además, la tecnología permite romper el paradigma espacio-tiempo, permite conectarse y comunicarse con infinitas fuentes de conocimiento a nivel global, conectarse con personas de otros países y culturas e intercambiar información.
– Flexibilidad. Cada estudiante puede seguir ritmos distintos de aprendizaje, teniendo la posibilidad de disponer de contenidos adicionales o materiales de apoyo, dependiendo de sus propias necesidades.
El uso de la tecnología en la educación no sólo aporta beneficios a los alumnos sino también a los profesores, académicos, docentes, investigadores y funcionarios relacionados con el aprendizaje. Por ejemplo, ayuda a optimizar las actividades de los profesores y hace su trabajo más atractivo, mejorando notoriamente la efectividad y eficiencia de éstos.
Los niños y adolescentes nacieron con la tecnología, están acostumbrados a ella y, más aún, les encanta. Por lo tanto, debemos sacar el mejor partido de esta herramienta, para que puedan aprender a través de ella.